Cómo llegué a ser Adventista

Caleb Carraballo retratado con su esposa, Ednalisse, y su hijo.

Me crié en un hogar cristiano, así que ya sabía amar y seguir a Jesús. Además era hijo de pastor, así que también tenía una pasión por la Palabra de Dios y el trabajo en sus diferentes ministerios. Crecí asistiendo a la iglesia los domingos. La iglesia Bautista a la cual asistía es una de las iglesias más grandes en la ciudad de Cleveland. Mi padre es muy conocido en la comunidad hispana y en las demás iglesias Pestecontales y aconfesionales cristianas del área.

Cuando era novio de mi esposa, Ednalisse, quien asistía a la iglesia East Cleveland Spanish, de Ohio Conference, tenía mucha curiosidad sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Continuaba asistiendo a mi iglesia y ella a la de ella, pero comparamos las diferencias que cada uno creció conociendo y creyendo. Me tomó dos años para por fin decidir tomar el siguiente paso: el bautismo. Enfrenté muchos desafíos la semana que me bauticé, lo cual me enseñó a afianzarme más en la Palabra del Señor.

El pastor  nos tomó a mi esposa y a mí bajo sus alas. Fue mi compañero y me hizo profundizar en la Palabra de Dios, mostrándome cuales fueron las instrucciones verdaderas de Dios para su pueblo. Fue ahí cuando comencé a entender el propósito de Dios y me di cuenta lo que en realidad significaba ser su hijo, su seguidor y un verdadero cristiano.

Aunque mis padres y yo no estemos de acuerdo, hay paz entre nosotros porque saben que soy aún un creyente y seguidor de la Palabra de Dios.

Hubo muchos cambios que tuve que hacer para ser adventista, pero a largo plazo me he acercado más a Jesús. Al hacerme adventista, también trajo a mi esposa y nuestro hogar más cerca de Dios. Fueron pasos de bebé para llegar hasta aquí, pero valió la pena.

Sentí un gozo inmenso el momento en que entré al agua a bautizarme. Me dije a mí mismo: “Han sido 11 años desde que me bauticé [por primera vez], y ahora lo hago bajo una nueva fe y un nuevo entendimiento”.

Ahora sé que estoy colocando mis pies donde Dios me quiere. Es mi plan ministrar con mi mayor talento, trabajando con la música, porque toco varios instrumentos y canto. Adorar a Dios siempre ha sido parte íntegra de mí, y espero usar mi talento ministrando con lo que mejor hago. ¡Ahora animo a otros a ponerse del lado de la verdad, a seguir a Jesús  y ser parte de esta gloriosa iglesia!—Caleb Carraballo recientemente se unió a la iglesia East Cleveland Spanish de Ohio Conference