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Sarah Capeles Frodelly

El nunca te abandonará!

Historia de Sarah Capeles Frodelly

Al crecer, siempre creí que mis padres me abandonaron, especialmente mi madre. La mayor de cuatro, a la edad de tres años y medio, mi padre me llevó a la casa de mis abuelos “solo por el día”. La tarde vino y se fue, y la noche llegó. Le pregunté a mi abuela cuando mi papá vendría por mí. Me acostó tranquilamente y me dijo que volvería a buscarme por la mañana.

Muchas mañanas también vinieron y se fueron, y mi padre nunca regreso por mí. Pero la persona a quien más yo extrañaba era mi madre. ¿Ella se olvidó de mí? ¡Oh, cómo lloré por las noches por ella! No sabía que mis padres se divorciaron. Como resultado, me llevaron a la casa de mis abuelos, no solo separándome de ambos, sino también de mis hermanos.

La música fue mi refugio y antídoto para curar el dolor de la separación de mis padres. Pensando que no me querían, recuerdo constantemente cantar el himno: “Oh amor de Dios” ... el párrafo en particular que dice: “Si fuera tinta todo el mar, y todo el cielo un gran papel, y todo hombre un escritor, y cada hoja un pincel, para expresar su gran amor, no bastarían jamás. Él me salvó, y me lavó y me da el cielo además.” Este himno me daba consuelo de que Jesús todavía me amaba aunque mis padres no lo hicieran. A una tierna edad comprendí que Jesús estaba conmigo en medio del dolor.

Ahora, como madre, entiendo, aún más, el amor de Dios. Daría todo por ponerme en el lugar de mis hijos para que no sufran, así como Jesús se puso en mi lugar y dio su vida en la cruz por mí.

Aunque mi padre nunca vino por mí, ¡sé que mi Padre celestial lo hará! Jesús no me abandonó cuando niña, y Él no te descuidará ni te decepcionará ... ¡Él no te olvidará! Isaías 49:15 (RVR1960) dice: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” ¡Qué amor es ese!¿

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