Deseo ser veraz

Deseo ser veraz

La muerte sin sentido de George Floyd en Minneapolis el lunes por la noche da lugar a emociones que profundas e impactantes. Ira. Miedo. Decepción. Rabia. Tristeza. Impotencia. Experimentamos todas esas emociones a la vez ya que colectivamente tratamos de lidiar con otro ejemplo de injusticia y violación de los derechos humanos más básicos y fundamentales: la vida misma.

Uno puede reconocer el papel de las fuerzas del orden y también condenar el comportamiento que menoscaba y deshonra los valores fundamentales de nuestra sociedad. Estoy indignado por lo que vi en el video y también por lo que ha sucedido desde entonces. Debemos encontrar una manera de poner fin a la violencia y el abuso.

Incluso mientras luchamos por entender lo que sucedió en Minneapolis, nos enfrentamos a un hito sombrío y descorazonador: más de 100.000 vidas perdidas aquí en los Estados Unidos debido a COVID-19 ±una cantidad que es casi incomprensible. Lo trágico es que se perderán más vidas antes de que esta batalla termine.

Viktor Frankl, sobreviviente del holocausto y psicólogo escribió: «La última de nuestras libertades es elegir nuestra actitud en cualquier circunstancia dada».  Frankl nos recuerda que todavía tenemos la capacidad de ser considerados y decididos en la forma como reaccionamos ante nuestras circunstancias actuales.

Crecí en una familia que iba a la iglesia y una de las cosas que hacíamos en la iglesia era cantar. No recuerdo que edad tenía cuando aprendí la canción en la que he estado pensando en estos últimos días, pero me pareciera como que siempre la hubiese sabido. La primera línea es «Deseo ser veraz, porque hay quienes confían en mí».*

Mi reacción a eventos tan globales como el coronavirus y tan específico como el asesinato de George Floyd se captura en esas palabras: Deseo ser veraz.

La vida humana importa y punto. Sin excepciones. Esta es nuestra responsabilidad más sagrada: que la gente nos confíe sus vidas. Nada —nada— puede poner eso a un lado. Esa es la base de la atención médica. Ese es el fundamento de nuestra sociedad. Es fundamental.

Pero es un valor que está siendo acosado por aquellos que descuentan el valor de la vida de las personas mayores simplemente porque son viejos. Es un valor erosionado por aquellos que sugieren que quienes sufren de una condición de salud subyacente o comorbilidad son, de alguna manera, prescindibles. Es un valor que está siendo maltratado por aquellos cuyo abuso de autoridad y privilegio da como resultado violencia contra los hombres y las mujeres de raza negra.

Deseo ser veraz. En Adventist HealthCare, afirmamos la santidad y el valor de la vida humana. Esa es nuestra piedra angular. Como organización con profundas raíces en una tradición religiosa que afirma a cada persona como creada a imagen de Dios, condenamos cualquier abuso —pasivo o activo, actitudinal o físico— de cualquier persona.  Todos somos, cada uno, hijos de Dios.

En Salmos 101:2 se encuentran las palabras que nos guían: «Prestaré atención al camino de integridad. ¿Cuándo vendrás, Señor, a mí? En la integridad de mi corazón andaré dentro de mi casa» (NBLA).

«Deseo ser veraz» es la declaración de nuestra actitud e intención todos los días.

*Escrito por Howard A. Walter, 1906

-- Terry Forde, President & CEO